Ya atardecía cuando divisó la entrada de la escuela. Con una ueca, avazó con paso lento por el último tramo del camino hasta detenerse frente a las puertas. Desmontó de su caballo, un bonito semental pinto, con elegancia, cayendo sobre un pie. Con la mirada altiva, observó el interior del Hall. Desde luego, era una pocilga. Lanixs Theren descolgó sus dos maletas de las ataduras que las ligaban al caballo y las cogió con facicilad, a pesar de pesar bastante.
A Lan nunca le habían gustado las instituciones de enseñanza, pero no le quedaba más remedio si quería hacer algo en la vida... Con un suspiro, avanzó al interior del recinto con paso firme. Algunos alumnos paseaban por la zona, pero no reparó en ellos, si no que se detuvo en medio del vestíbulo y dejó una maleta en el suelo.
Rebuscó en un bolsillo hasta encontrar un pequeño mapa del lugar que se había procurado antes de emprender el viaje hacia El Refugio.
-Debería comenzar yendo al dormitorio de los chicos...- dije para mí- para eso debo coger... ¿qué malditas escaleras?
Levanté la vista un momento para mirar hacia las escaleras y vi a una chica que bajaba por ellas. Me quedé mirando un rato, descaradamente, y cuando se dio la vuelta, silvé al ver su bonito trasero.
A Lan nunca le habían gustado las instituciones de enseñanza, pero no le quedaba más remedio si quería hacer algo en la vida... Con un suspiro, avanzó al interior del recinto con paso firme. Algunos alumnos paseaban por la zona, pero no reparó en ellos, si no que se detuvo en medio del vestíbulo y dejó una maleta en el suelo.
Rebuscó en un bolsillo hasta encontrar un pequeño mapa del lugar que se había procurado antes de emprender el viaje hacia El Refugio.
-Debería comenzar yendo al dormitorio de los chicos...- dije para mí- para eso debo coger... ¿qué malditas escaleras?
Levanté la vista un momento para mirar hacia las escaleras y vi a una chica que bajaba por ellas. Me quedé mirando un rato, descaradamente, y cuando se dio la vuelta, silvé al ver su bonito trasero.